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14 de marzo de 2017Por Santiago Molinaro
Toda empresa y productor sueña con vender el 100 % de su producción al mejor precio de mercado. Pero esto pocas veces ocurre, por lo que los productores manejan distintas estrategias de venta para hacer promedio y captar un buen precio. Aunque vendiendo bien o mal, siempre queda la duda de si la venta podría haber sido mejor.
Luego de que el Cr. Dante Romano —en la charla brindada hace unas semanas en Montevideo— expusiera sobre su recomendación para utilizar las opciones Put y Call, qpuede quedar la duda entre muchos de qué son estas herramientas.
A continuación se intentará brindar una explicación de cuándo y cómo se utilizan estas herramientas existentes a la hora de comercializar granos.
Tanto el Put como el Call son seguros que fijan un precio límite, explicó al ser consultado Gonzalo Ruiz, director de Fimix Agrofinanzas. El Put es un seguro de precio a la baja, mientras que el Call es un seguro de precio al alza.
Como todo seguro, hay que pagar una prima por ellos. A medida que se hace más improbable que se dé el precio fijado en el mercado, la prima a pagar por los seguros desciende. Para el Put, con un precio de mercado en Chicago de US$/t 370, un Put por US$/t 340 tendrá una prima mayor que un Put por US$/t 330. Para el Call se da de la misma manera, es decir con un precio de mercado de US$/t 370 un Call por US$/t 400 tiene una prima mayor a un Call por US$/t 420.
Cuanto gastar en un seguro de este tipo es una decisión particular. Se puede destinar una cantidad fija, como por ejemplo US$/t 10, o hacerlo por porcentaje del precio al que se vendió, como por ejemplo destinar el 2 % de US$/t 370, que serían US$/t 8. Esta es otra manera de determinar el precio fijado, determinado por el valor de la prima del seguro.
Si bien hay varias maneras de utilizar dichas opciones, aquí se tratan brevemente algunas de las utilizadas.
El Put se puede utilizar para el porcentaje de la producción que no está vendida. Por ejemplo, si una empresa lleva vendido 30 % de la producción, puede comprar un Put por el 70 % restante en el que fija un precio. Ese precio será el valor más bajo que puede llegar a obtener por esa parte no vendida aun. Si el precio de mercado se va por debajo del valor que se fijó, el productor obtendrá el precio fijado con el Put.
Con el Call hay más de una estrategia. Según lo explicado por Ruiz, es más seguro utilizar el Call al momento de venta. En este caso se vende la producción a determinado precio, pero por las dudas se realiza una cobertura al alza. Si el precio de mercado se va por encima de ese precio fijado, el productor recibe toda esa suba.
Ruiz indicó que estas dos herramientas financieras no tienen compromiso de entrega, por lo que se puede entrar y salir cuando se desea. Es decir si el valor del Call aumenta, porque el precio de mercado está subiendo, se puede decidir venderlo. Y lo mismo sucede con el Put cuando el precio de mercado comienza a descender.
Por su parte, el especialista argentino Danto Romano recomienda utilizar el Call para un porcentaje de la producción no vendida, y en ese caso lo que se estaría haciendo es fijar un precio tope a recibir. Porque lo que sucede aquí es que el productor se compromete a vender al precio fijado, por más que el precio de mercado siga subiendo. El beneficio que logra el productor en este caso es la bonificación que recibe por asumir dicho compromiso, que se ve reflejado en la amortización del costo del Put y permite fijar un precio base más alto.
Por ejemplo, si se tenía un precio base de US$/t 330 fijado por un Put de US$/t 8, pero se asume un compromiso de venta (Call) por US$/t 420 por el que la bonificación es de US$/t 9, se puede comprar un Put de US$/t 350 a US$/t 13, que en total implicaría un gasto de US$/t 4 (la mitad de lo que se gastaba cuando se cubrió solo a la baja). Esto lo que hace es fijar un rango de precios en el cual moverse cuya mayor virtud, según Romano, es la desdramatización de las decisiones financieras para los productores, pudiendo dedicarse a las tareas productivas una vez hayan gerenciado razonablemente el riesgo precio.
Romano consideró una estrategia razonable vender 30 % de la producción en un momento de buen precio (a la siembra, por ejemplo), utilizar un Put y un Call para otro 30 % de la producción (con los valores mencionados en el párrafo anterior), y dejar el 40 % restante libre para vender según lo que suceda en el mercado.
Si bien el tema financiero puede resultar algo tedioso, se ha vuelto ineludible para los productores la incorporación de conocimiento sobre las distintas herramientas financieras existentes —en este caso las que minimizan el riesgo que conlleva la comercialización de la producción—, entender cómo funcionan básicamente las mismas y adaptar ese conocimiento a cada empresa en particular.
Tardáguila Agromercados.