Según explicó, enero, febrero y marzo van a ser meses muy estresantes, como lo están siendo, especialmente para la parte exportadora, porque esta situación lo que hace es generar problemas administrativos, renegociando y re-documentando, con un montón de costos.

Sobre su gestión allí, dijo que “nos reunimos con varias empresas importadoras estatales y privadas y vimos que las causas son un desorden del mercado con una demanda creciente producto de la fiebre porcina africana y la producción de carne, que bajó 21% y eso llevó a una suba de precios extraordinaria”.

Para graficar esto, explicó que “cuando los precios suben en cualquier parte del mundo, el consumo se retrae porque no lo puede pagar y eso pasó a fines de noviembre en una época de aumento de consumo y esa retracción enlenteció las ventas en el mercado interno de China” agregando que “a esto se suma un fenómeno único en China, que en el último trimestre de 2018 China importó 528 mil toneladas de carne vacuna peso embarque, y en el 2019 tuvo un incremento de 60%”.

“El importador de China está acostumbrado a un mercado con precios que siempre subieron desde 2012 hasta ahora, y por eso no tenían incorporado el riesgo de baja del mercado, lo cual también es una realidad que les llegó” explicó.

La tendencia de baja de precios parecería haber llegado a un piso, “que hay que ver cómo se comporta tras el año nuevo chino y ese piso está hoy en referencias que son para Uruguay muy parecidas a la del primer trimestre de 2019”.

En China se ve un alto stock de carnes, tanto a nivel de puertos como en depósitos y también en tránsito.

Se espera que recién en marzo se estabilice el mercado tanto en precio como en comercialización.

Tardáguila Agromercados.