Por Eduardo Blasina

La presentación de Eduardo Urgal (frigorífico Ontilcor) en la Asociación de Consignatarios de Ganado alivió algunos de los temores más drásticos pero dejó sembradas preocupaciones importantes. La sugerencia más directa fue “Solo encerrar si hay un acuerdo previo, sino es una timba.”

“Es impensable para mí que la cuota caiga por una demanda de EEUU, capaz estoy errando, pero es un escenario que prefiero no tomar en cuenta” dijo Urgal para alivio de la concurrencia. Sonó a una mezcla de deseo con pronóstico. Pero vale como pronóstico tranquilizador al fin.

Pero la comodidad con que Uruguay se movía en el cupo 481 se ha ido y difícilmente vuelva. La cuota tiene más ofertantes de los que puede recibir. Australia está colocando a la par de Uruguay, un tercio del cupo cada uno. Argentina compite cada vez más.

Por otro lado, “si no estamos en la 481 estamos en el peor escenario” dijo Urgal, porque a corral no podemos hacer Hilton y entonces es carne castigada duramente por los impuestos. Pero la información que tenemos es que en 2017 quedaría habilitado Japón, lo que sería una alternativa al agotamiento de la 481. La cuota va a seguir por el momento, pero EEUU no la está aprovechando y es un riesgo de mediano plazo.

Pero se ha llegado a la cercanía de un techo. Los que entraron al cupo no hubo ninguno que produjera menos que el año anterior y entraron productores nuevos. Ese crecimiento no puede sostenerse. Uruguay ha llegado a un techo en su volumen de colocación.

Por otra parte la depreciación del Euro que se aproxima a la paridad con el dólar es un factor que complica y tira abajo a los precios. El contexto es adverso porque al depreciarse el euro es carne que compite fuertemente con la carne local y el producto local se vuelve más competitivo.

La percepción de valor de la carne uruguaya mejoró, entramos en cadenas de restaurantes en los que antes no es entraba. Eso nos puede defender.

Los más preocupados son los que preparan reposición para la cuota, el que produce novillos de 380 a 400 kilos.

La cuota había generado una estabilidad que hoy no está. Es parte de la construcción de la estabilidad del ternero. Pero los tiempos de crecer fácil por esta vía han quedado atrás y los riesgos –más con Trump de presidente- parecen estar latentes.