Las lluvias de la segunda mitad de mayo no solamente atrasaron la siembra de cultivos de invierno en Uruguay sino también en zonas de Argentina, del Sur de Brasil y Paraguay. Es un dato a tener en cuenta en función que ya había en los países de la región –excepto Argentina- la disposición de recortar el área de trigo.

En Uruguay ya pasó claramente la ventana de siembra de ciclos largos y se está en la de intermedios o, en algunos casos, cortos. La intención de siembra sigue deprimida con proyecciones que ubican el área por debajo de las 200.000 hectáreas contra las 220.000 hectáreas del año pasado. Por ahora no hay valores para el trigo de la próxima campaña más allá de planes con premio para variedades de alta calidad. En Argentina los valores manejados para la próxima zafra van entre US$ 150-US$ 160 por tonelada.

En Argentina el inicio de la siembra ha sido complicado en las primeras regiones que se implanta el cereal debido al exceso de lluvias y los problemas logísticos para entrar a los campos. La Bolsa de Comercio de Rosario indicó que en su zona de influencia –que no comprender el polo triguero del Sur bonaerense y La Pampa- el avance de la siembra ha sido limitado aunque persiste la intención de aumentar entre 5% y 10% el área del cereal.

En Brasil el inicio de la siembra ha sido complicado en Rio Grande mientras en Paraná ya se implantó cerca del 70% de una superficie que caería al menos 10% respecto a la zafra anterior. En Rio Grande las precipitaciones han sido intensas hasta este fin de semana con muy limitado avance de la siembra y con efectos negativos del clima sobre los cultivos ya implantados. Los precios en reales han mejorado en Brasil para el trigo debido al salto del dólar aunque no se ve que se vaya a revertir una caída fuerte en la intención de siembra.

También en Paraguay las precipitaciones han demorado una siembra que será inferior a la del ciclo anterior con algunas consultoras ajustando hacia abajo su proyección sobre la superficie que finalmente se implantará.

Blasina y Asoc.