Chicago: en punto muerto
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24 de abril de 2017Por Santiago Molinaro
Luego de haber superado la amenaza que había significado las inundaciones de fin del año pasado, las excesas precipitaciones aparecieron en escena nuevamente y hay varias zonas anegadas en Argentina en un momento fundamental como es la cosecha. Esto pone en tela de juicio la producción estimada para la zafra corriente de la oleaginosa en el país vecino.
Un informe de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) reveló que 4 de cada 10 empresas agropecuarias en todo el territorio argentino sufrió pérdidas por los problemas ocasionados por las lluvias.
La semana pasada, el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), Alberto Padoán, dijo que si bien la cosecha de soja rondará las 56 millones de toneladas —el valor estimado por el USDA y diversas consultoras internacionales—, “hay varias zonas del país que atraviesan una etapa sacudida por eventos climáticos de carácter extraordinario, que inevitablemente redundarán en daños significativos en las economías recordados”. También hizo un pedido importante al gobierno de su país para que encaminen las obras que demanda el sector productivo y la necesidad de ampliar la cobertura de los seguros agrícolas.
Los daños se ven en distintas zonas. En la provincia de La Pampa, el subsecretario de Asuntos Agrícolas afirmo que las pérdidas por las inundaciones llegaron a los 2.000 millones de pesos argentinos, unos US$ 133 millones. Mientras tanto en Chubut se decretó la Emergencia Agropecuaria, luego de que los registros pluviométricos llegaran a valores record.
Para la semana entrante, un informe de la BCR anunció que será sin lluvias en la región pampeana, aunque pronosticó lluvias suaves para la región de Santa Fe y Entre Ríos que pueden hacer interrumpir las labores momentáneamente aunque no tendrán gran impacto y su probabilidad de ocurrencia es baja.