El cambio de sistema (al pasar de Dicose al SNIG) posiblemente tenga que ver en parte con la diferencia. Es llamativo que el aumento respecto al dato provisorio se da en absolutamente todas las categorías, tanto vacunas como ovinas.
En la comparación anual, en tanto, en el caso de los vacunos solamente se producen descensos en tres categorías: vacas de cría (solo 0,4%), novillos 1-2 años (-6,2%) y terneros (-1,5%). Llama la atención lo escaso de la baja en las vacas de cría, las que se mantienen por encima de 4,2 millones por cuarto año consecutivo, por lo que continúa siendo una muy elevada cantidad.
Como se observa en la gráfica, es creciente la cantidad de terneros que no llegan a la categoría de novillos de 1-2 años. De los terneros contabilizados en junio de 2015 (asumiendo que la mitad son machos), un total de 280 mil no llegó a la categoría de novillos de 1-2 años. La exportación de animales en pie tiene que ver mucho con esto, a lo que hay que sumar animales que se envíen a faena antes de los 21-22 meses de edad (no son muchos) y la mortandad de animales en el campo (tampoco son muchos). Se trata de un cambio trascendente para el complejo ganadero uruguayo. No muchos años atrás eran menos de 100 mil los terneros que no llegaban a novillitos.
Otro dato de destaque es el fuerte crecimiento en la cantidad de vacas de invernada, de 60 mil cabezas en un año, como directa consecuencia del mayor rodeo de cría. Este aumento ya se ha reflejado y lo seguirá haciendo en los próximos meses en la cantidad de vientres que se envían a faena.
Luego de este último impulso creciente en la cantidad de vacunos en el país, con toda seguridad se ingrese en una fase de contracción a partir del presente ejercicio, con un crecimiento adicional de la faena, con una exportación en pie vigorosa, que hará que la extracción sea elevada y seguramente supere a la cantidad de animales nuevos que ingresan al sistema.

Tardáguila Agromercados.