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16 de junio de 2017«El descubrimiento de que el jugo de uva fermentado se convierte en vino, que la leche puede convertirse en queso o yogurt, o que se puede hacer cerveza fermentando soluciones de malta y lúpulo fue el comienzo de la biotecnología, hace miles de años”.
El gerente de la Cámara Uruguaya de Semillas (CUS) dijo estar “convencido de que “la biotecnología es lo que hace posible que Uruguay siga produciendo lo que produce”. “Algunos actores entienden que la biotecnología no es una herramienta clave para el agro y otros sí”, comentó.
La Cámara Uruguaya de Semillas define la biotecnología como “el empleo de organismos vivos para la obtención de un bien o servicio útil para el hombre”.
La biotecnología “tiene una larga historia, que se remonta a la fabricación del vino, el pan, el queso y el yogurt. El descubrimiento de que el jugo de uva fermentado se convierte en vino, que la leche puede convertirse en queso o yogurt, o que se puede hacer cerveza fermentando soluciones de malta y lúpulo fue el comienzo de la biotecnología, hace miles de años”, especifica en su página web.
Los hombres de entonces “no entendían” la forma en que se daban esos procesos, pero sabían que podían “utilizarlos para su beneficio”. Estaban ante lo que hoy se conoce como “biotecnología tradicional” que “se basa en la obtención y utilización de los productos del metabolismo de ciertos microorganismos”.
Ahora los científicos “comprenden” esos “procesos biológicos al detalle”. “Los científicos hoy saben, además, que los microorganismos sintetizan compuestos químicos y enzimas que pueden emplearse eficientemente en procesos industriales, tales como la fabricación de detergentes, manufactura del papel e industria farmacéutica”, añade la Cámara de Semillas.
El Ing. Agr. Andrés Arotxarena gerente de la Cámara Uruguaya de Semillas dijo que en nuestro país hay, desde hace 40 meses, 13 eventos en estudio y aunque el tiempo de espera se ha extendido más de lo que era de esperar tres de esos materiales están en la etapa final del proceso de aprobación.
Se trata de soja tolerante al herbicida dicamba; maíz comercial; y soja con fines de investigación y ensayos en el Instituto Nacional de Semillas (Inase), dijo Arotxarena a radio Sarandí.
“Es algo que está pegando directo en toda la cadena, en todo el mercado nacional y está pasando que los programas de mejoramiento diseñados para la región están hechos sobre materiales de cabecera, los más modernos, que no podrían entrar a Uruguay considerando que no están aprobados estos eventos”, expresó.
Respecto a las causas que impiden o retrasan las aprobaciones dijo que hay oposición en la Comisión para la Gestión del Riesgo, del Gabinete de Bioseguridad.
“Algunos actores entienden que la biotecnología no es una herramienta clave para el agro y otros sí. Quienes estamos de este lado estamos dispuestos a debatirlo, porque estamos convencidos de que la biotecnología es lo que hace posible que Uruguay siga produciendo lo que produce, con 1,5 millones de hectáreas agrícolas, no hay otra alternativa para asegurar la producción que tenemos, con ese escenario, no pegando tanto en los costos”, dijo.
La Comisión para la Gestión del Riesgo está representada por un delegado de los ministerios de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Economía y Finanzas, Industria, Energía y Minería; Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente; Salud Pública; y Relaciones Exteriores.
Hay diferentes puntos de vista de esos delegados, que son quienes aconsejan al Gabinete de Bioseguridad, integrado por los ministros, quienes aprueban el uso comercial de estos productos, explicó Arotxarena.
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