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29 de mayo de 2017DESTACADOS DEL MERCADO
31 de mayo de 2017La asamblea extraordinaria de asociados se concretará el 30. Deberá resolver la reestructuración integral de la empresa.
Mientras sus directivos encaran aceleradas gestiones para resolver el próximo martes el futuro de la láctea SanCor Cooperativas Unidas Limitadas (CUL), se confirmó que tres de sus plantas, Centeno (Santa Fe) y Coronel Moldes y Brinkmann (Córdoba) serán cerradas o vendidas.
Además, el programa de reestructuración que se pondrá a consideración de los asociados, contiene un fuerte achicamiento de la planta de personal (hoy de 4 mil trabajadores) y la posibilidad de modificar el estatus institucional para poder transformarse en una Sociedad Anónima, con el propósito de facilitar el ingreso de un socio o definir una posterior venta de la firma. Como es una cooperativa, SanCor no se puede vender, pero en cambio tendrá la capacidad de transferir activos y pasivos a una Sociedad Anónima (S.A.). Según se comentó a este diario, la operación se llevaría a cabo luego de las elecciones de octubre.
Como se sabe, en las últimas semanas varios grupos relacionados con la lechería en diferentes países, mostraron interés por la cooperativa en crisis. Entre ellos, Lala (México), Lactalis (Francia), Fonterra (Nueva Zelanda) y hasta Conaprole (Uruguay). A pesar de los trascendidos, el grupo peruano Gloria (que actualmente administra la planta de Corlasa en Esperanza), desmintió, por medio de una nota presentada a la Superintendencia del Mercado de Valores de su país, que esté interesado en adquirir o participar en el manejo de la cooperativa láctea SanCor.
Tampoco está descartada la posibilidad de un nuevo acuerdo con el grupo Vicentín, radicado en esta provincia, que en 2016 pasó a controlar el 90 % de su negocio de yogures, postres y flanes, a cambio de 100 millones de dólares. También trascendió que SanCor inició un proceso de intercambio de información con algunas de las firmas extranjeras y es posible que el mes próximo se produzca la visita de ejecutivos de esas empresas.
Además, el gobierno demoró en efectivizar la ayuda prometida de 450 millones de pesos y una posibilidad es que la nueva sociedad anónima podría tener un 30 % de participación para la cooperativa de tamberos y un 70 % para el grupo inversor.
Sobre el futuro de las plantas cerradas hace cerca de 3 meses, fuentes seguras comentaron que en el caso de Centeno, la interesada en su adquisición es la firma bonaerense La Tarantela, que tiene sede en Navarro y que provee de queso muzzarella a cadenas de pizzerías y establecimientos de la Caba y el Gran Buenos Aires.
“Estamos en negociaciones adelantadas. Se hizo una carta de intención con la gente de SanCor y hasta pedimos al gobierno de Santa Fe un apoyo real, para tener garantías”, indicaron sus directivos. En la planta trabajan unos 60 empleados.
Entre las alternativas que se barajan está la integración de una cooperativa con los propios trabajadores.
En el caso de la planta de Coronel Moldes, que se dedica a la fabricación de quesos de pasta dura y está paralizada, habría una cooperativa de productores tamberos interesados en hacerse cargo de las operaciones. No hay alternativa para la planta de Brickmann, aunque ayer trascendió que habría una empresa, que no es del ramo, interesado en esas instalaciones.
Sembrando.