Algunos traders internacionales, principalmente los estadounidenses —si bien ya han vendido gran parte de su producción a China al momento (dado que se cosecha en los últimos meses del año)— ven esto como un problema que puede llegar a generar hasta una cancelación de compras por parte del gigante asiático. Por más que en el hemisferio norte se está comenzando a sembrar la soja de la zafra entrante, ya se han encendido ciertas alarmas en EE.UU por la cantidad de hectáreas proyectadas que serán ocupadas por la oleaginosa: 35 millones, un nivel récord dado que históricamente la superficie abarcada por soja era de 30 millones.

En primera instancia se puede ver esta situación como desventajosa para la producción récord sudamericana; teniendo en cuenta que el precio viene cayendo, hay una oferta grandísima y la demanda del comprador mundial del grano por excelencia ha disminuido (a causa de un stock importante); aunque la intención de compra de China en el mediano y largo plazo es vista a nivel mundial como algo que se va a sostener y esto es lo que le dará estabilidad al negocio de la soja, dado que su precio fluctuará dentro de los márgenes de precios visto en los últimos dos años (entre 300 y 400 U$S/ton), a no ser que ocurra algo catastrófico.

Tardáguila Agromercados.