Además, la gremial se reunió con autoridades del Banco Central para abordar la política cambiaria y la competitividad del país

Por Martín Ferreira Pinto

El Consejo Directivo de la Federación Rural (FR) emitió un comunicado en el que considera incorrecto contraponer la campaña contra la garrapata con la política de Estado orientada a la erradicación de la mosca de la bichera. Según la institución, se trata de una contradicción falsa, ya que “ambas iniciativas están siendo implementadas a nivel legal y presupuestal”.

La Federación propuso una serie de ajustes al fideicomiso de la Mosca de la Bichera, con el objetivo de fortalecer su gobernanza y asegurar la continuidad de la campaña como política de Estado. Entre los principales planteos se destacan:
Incluir explícitamente en la ley que la campaña de erradicación de la bichera es una política de Estado.
Asegurar una reserva exclusiva de al menos 6,2 millones de dólares destinada a la erradicación, cuyo uso solo pueda modificarse por unanimidad de votos en la gobernanza del fideicomiso.
Establecer una gobernanza con mayoría de participación de los productores, integrando gremiales y representantes del gobierno.
Destinar un porcentaje del fondo a investigación en salud animal.
Mantener un fondo activo para enfermedades prevalentes, con al menos un 50% de los ingresos, y prever la posibilidad de redireccionar recursos en caso de emergencias sanitarias.

La FR subrayó que “la sanidad animal es un pilar estratégico para el país y no puede quedar sujeta a decisiones coyunturales”. En ese sentido, reclamó que la erradicación de la mosca de la bichera se mantenga como política de Estado y que los productores tengan una voz decisiva en la toma de decisiones.

Diálogo con el Banco Central: preocupación por la competitividad y el tipo de cambio
En otro orden, representantes de la Federación Rural mantuvieron una reunión con el presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Ec. Guillermo Tolosa, y su asesor económico Joaquín Forrisi. En el encuentro, la gremial entregó el documento elaborado por el asesor económico de la institución, Ec. Milton Ramallo, titulado “Porque nos importa el dólar”.

Durante la reunión, las autoridades del BCU informaron que continúan trabajando firmemente en el control de la inflación, tanto en los bienes transables como no transables, destacando que por primera vez la inflación de servicios se ubicó dentro del rango meta. También se remarcó la necesidad de fortalecer la comunicación y la transparencia para anclar expectativas y reducir costos internos.

En materia cambiaria, el Banco señaló que busca preservar la competitividad sin intervenir directamente, apostando a una depreciación real que impulse al sector exportador. Además, avanza en medidas de desdolarización y simplificación financiera que buscan reducir el costo del crédito en pesos.

La Federación Rural valoró la independencia del Banco Central, pero planteó la necesidad de una visión más orientada al crecimiento, alentando a innovar y a apoyar con mayor decisión al sector productivo. “Ante señales positivas, el sector responde con inversión y dinamismo, generando un círculo virtuoso de desarrollo”, expresaron desde la gremial.

Entre los planteos concretos realizados por la FR, se destacó la interrogante de por qué Uruguay no adopta mecanismos de amortiguación de la volatilidad del dólar similares a los implementados en otros países de la región, como Chile.

El BCU recordó que Uruguay cuenta hoy con el segundo nivel de reservas más alto de América Latina, lo cual implica un costo equivalente al 1% del PIB anual, y que aumentar aún más las reservas “sería pagar un seguro todavía más caro”.

Asimismo, coincidieron en la importancia de profundizar el mercado cambiario para ofrecer mayor previsibilidad al sector exportador. Para ello, el BCU informó que está analizando tres líneas de acción: Evaluación regional comparada, posibles intervenciones directas, y creación de instrumentos de previsión cambiaria.

También se abordó la situación de las compras y ventas de dólares por parte de las empresas públicas, punto que generó un intercambio directo entre los representantes de la gremial y las autoridades monetarias.