Las pistas de Esteio se llenaron de Brangus en la primera jornada de jura de bovinos en una pista que se mostró pesada para el jurado, por la calidad genética tanto de hembras como de machos. Pablo Orodá, de Cabaña El Porvenir de Córdoba, tuvo a su cargo la jura destacando el alto nivel en la categoría de hembras, donde las filas de terneras hasta vacas adultas, mostraron la homogeneidad de la raza que va creciendo con mucha influencia genética de la Argentina. 

Una vaca adulta que ya tuvo un ternero y está preñada, mostró toda su condición de buena madre, muy femenina, con líneas suaves, buen desplazamiento y moderada en toda su estructura. 

En lo que hace a los machos, el gran campeón, un toro dos años que había sido el gran campeón de la nacional de Uruguayana, con jura de un brasileño, ratificó plenamente la condición de mejor animal de la raza. Un ejemplar de más de mil kilos que se desplazaba muy bien, cargado de carne en su tren posterior, costilludo, con buenos aplomos, sin excesos de preparación. Un animal muy correcto en todas sus líneas. El reservado, un toro que había logrado la segunda ubicación en la fila, detrás del campeón y volvió a la pista para ser el Reservado de Gran Campeón. 

Brangus reiteró el crecimiento que ha experimentado en los últimos años en toda América, lo que seguramente se verá en pocos días en la Expo Prado, de acuerdo a lo expresado aquí por su presidente, Adrián Duarte, quién destacó la cantidad de animales que estarán participando de la mayor muestra ganadera de nuestro país.