Por Martín Ferreira Pinto 

Cabaña El Trébol, de Martín Salto, concretó este martes su octavo remate anual en el local de la Liga del Trabajo de Guichón, marcando una jornada de gran acompañamiento y satisfacción por los resultados obtenidos. La subasta estuvo a cargo de la firma Ruben F. Cánepa, con el martillo de Francisco “Peto” Cánepa y administración del Banco República.

La oferta, integrada por 46 toros Hereford PI y PO, con datos de EPD, logró colocación total.
El promedio general fue de US$ 3.436, con un mínimo de US$ 2.400 y un máximo de US$ 7.440, reflejando el interés y la confianza del mercado por la genética desarrollada por la cabaña sanducera.

“Fue un remate muy entretenido, ágil y con mucha puja. Realmente nos deja muy conformes, porque es un premio al trabajo que venimos haciendo desde hace tantos años”, expresó Martín Salto tras la venta.

El cabañero destacó la diversidad de líneas de sangre que ofrece su plantel, adaptadas a los distintos sistemas productivos del país. “El productor sigue mucho los pedigríes y los padres. A la gente le gusta esa amplitud genética, y creo que es el camino a seguir: buscar las combinaciones más productivas para cada zona del Uruguay”, señaló.

Por su parte, Peto Cánepa calificó la jornada como “un rematazo”, resaltando la masiva presencia de público y compradores de varios departamentos.

“Desde el mediodía el local estaba lleno. Se vendieron los 46 toros en poco más de una hora, con mucha agilidad y participación. Había compradores de Artigas, Rivera, Tacuarembó, Paysandú y Salto. Incluso hubo gente que quiso comprar y no pudo, lo que demuestra el interés creciente por esta genética”, indicó.

El rematador subrayó además el nivel de la torada y el trabajo de selección de la cabaña. “Martín ha logrado una línea muy sólida, con toros de bajo peso al nacer, muy buena pigmentación, funcionales y moderados. Es un trabajo de años, de mucha observación y constancia”, afirmó.