Por Eduardo Blasina

Transcurridas dos jornadas ya se puede decir que para la carne uruguaya el 21 congreso Mundial de la carne ya se puede decir que ha marcado un antes y un después para el sector en Uruguay.

No solo por una excelente organización que no descuidó detalle y fue elogiada por todos los visitantes que tuvieron ocasión de hacerlo. Principalmente por un aspecto mucho más importante; donde se juega el destino de la carne como producto es en un conjunto de aspectos que son los diferenciales que Uruguay posee históricamente y que ha potenciado a lo largo de este siglo.

Todas las presentaciones realizadas este martes enfatizaron la importancia de la inocuidad, el bienestar animal, el no uso de hormonas, la certificación para verificar que esos procesos que el consumidor requiere efectivamente se cumplan.

Durante la apertura se destacó una crítica explícita a la FAO por su reciente informe en el que exhorta a consumir menos proteína animal, durante toda la jornada una apelación a demostrar de la carne como producto y como proceso productivo en base al rigor científico y en la tarde la presentación dela investigadora de INIA Marcia del Campo que levantó aplausos de las 800 personas que con localidades agotadas colman el salón principal del hotel Conrad de Punta del Este. Los animales tienen emociones, sensibilidad y los consumidores quieren tener la certeza de que han tenido una vida que valió la pena ser vivida. Que han sido libres en sus movimientos y su capacidad de socializar y que cuando llega el momento de morir son respetados y su sufrimiento es minimizado. Todo lo cual debe ser regulado –hoy lo está solamente en el transporte y la faena-Para mañana se espera con expectativa la conferencia magistral de Allan Savory el experto en pastoreo que sostiene que la ganadería es parte de la solución al cambio climático y que tiene un creciente número de seguidores en Uruguay.

Transversalmente los temas de ecología, salud, clima y certificación ocupan el tope de la agenda cárnica del mundo. Y allí está Uruguay, haciendo ya lo que para muchos es una reconversión pendiente.

Blasina y Asoc.