Liniers: los precios siguen con una trayectoria estable
12 de octubre de 2017Actividades previstas para el mes de octubre.
12 de octubre de 2017Además de ofrecer una cuota de carne muy exigua, el bloque europeo propone que sea mitad enfriada y mitad congelada, con un arancel de 7,5%, más bajo que la Hilton pero más alto que la 481. Cuál podría ser el desenlace. Por Miguel Gorelik.
La semana pasada se realizó la reunión de negociaciones interbloques en Brasilia. El compromiso era intercambiar las ofertas de cada lado.
Tal como ya se había filtrado a la opinión pública, la oferta europea contempló 70 mil toneladas de carnes vacunas y 600 mil de etanol. Ambos volúmenes son considerablemente inferiores a los ofrecidos en 2004 (100 mil ton de carne vacuna y 1 millón de etanol), cuando las negociaciones quedaron paralizadas por años, a causa de la insatisfacción mutua por tales ofrecimientos.
En 2010, al momento en que se retomaron, hubo un compromiso de no presentar ofertas inferiores a las de 2004, algo que ahora la UE quebró. Esta situación abre un interrogante sobre la posibilidad de presentar un acuerdo para la reunión de la OMC en Buenos Aires, en la semana del 10 de diciembre próximo, tal cual era el objetivo de ambas partes. A raíz de la reacción negativa del Mercosur ante ambas ofertas, se organizaron dos nuevos encuentros antes de aquella fecha, en la semana del 6 de noviembre en Brasilia y, seguramente, en la primera de diciembre, en Bruselas.
Además de una oferta muy exigua en el caso de la carne, Europa está proponiendo que la mitad sea de producto enfriado y la otra mitad de congelado y un arancel intracuota de 7,5%, más bajo que el de la Hilton pero más alto que el de la 481. Asimismo, hay una versión que indica que la oferta sería en toneladas equivalente con hueso, lo que llevaría la cuota a unas 50 mil ton peso producto, y que no sería instantánea sino que habría que esperar algunos años para llegar al nivel ofrecido. La industria del etanol también presentó sus quejas.
Si no aparece un liderazgo fuerte del lado europeo, que pueda neutralizar las esperables quejas de su ineficiente sector agropecuario, toda la negociación podría descarrilar.
Otra posibilidad es que el Mercosur modifique su oferta, haciéndola más restrictiva en puntos de interés europeo, tales como servicios financieros, compras gubernamentales, aranceles de ciertos productos industriales, propiedad intelectual, etc. Esto mostraría la falta de aspiraciones de la UE, lo que tranquilizaría a los sectores proteccionistas de ambos bloques pero significaría un pobre acuerdo comercial.