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6 de marzo de 2017Por Santiago Molinaro
La planificación de las tareas agrícolas es un aspecto fundamental en cualquier empresa. La expectativa, pero también los antecedentes del año pasado, hacen que los agricultores ya hayan comenzado a planificarse y demandar servicios.
Al respecto, el Ing. Agr. Agustín Silva, integrante de Greenland, expresó que ya “hay una demanda por trilla, con muchos productores planificando la cosecha con anticipación”. Greenland es una empresa de servicios agrícolas que basa sus actividades en los departamentos de Rio Negro y Paysandú.
De acuerdo a lo que estableció Silva, la anticipación y planificación se ve favorecida fundamentalmente por la experiencia de la última zafra —donde los excesos de agua impidieron el normal desarrollo de las labores de cosecha— en la que la disponibilidad de maquinaria disminuyó para los pocos momentos en los que se pudo entrar a las chacras, retrasando la eficiencia y eficacia de un cultivo que era prometedor.
Esperanzado en que la situación no se repita para esta zafra, Silva recalcó que el importante desarrollo de los cultivos hasta el momento va a enlentecer algo el avance de las maquinas. “Aunque ello no generaría un gran problema”, señaló, ya que hay un área de soja de segunda bastante considerable, que va a permitir prolongar los trabajos para los contratistas y no concentrar tanto la demanda como viene sucediendo en las últimas zafras.
Hasta el momento no se ha generado una pérdida de potencial por efecto de plagas, no obstante, Silva expresó que hubo algo de presión de Epinotia al principio del ciclo de los cultivos de soja en muchas chacras, “luego fue muy tranquilo en cuanto a defoliadoras y por último se vio una importante presión de chinches, con muchos cultivos que ya venían con poblaciones altas de la fase vegetativa”, explicó. De todas maneras, varios contratistas y productores han señalado que hasta el momento la presión de lagarta ha sido baja.
Este escenario ha llevado a que por parte de los contratistas no exista una demanda alta para realizar aplicaciones. Silva dijo que “en líneas generales fue un año muy tranquilo” en contraste con los anteriores, en los que hubo una presión de insectos plaga superior. Si se tiene en cuenta además la cantidad de días en los que se dieron condiciones desfavorables para las aplicaciones —viento y altas temperaturas que impiden avanzar con los trabajos normalmente—, Silva explicó que los mosquitos tuvieron menos trabajos que otros años, favoreciendo el cumplimiento de los trabajos programados.
Tardáguila Agromercados.