Hizo un repaso rápido de la situación de los principales rubros del campo, con más profundidad en la lechería, que pasa por una profunda crisis y que definió que atraviesa una “situación caótica”, con un “largo y desgastante enfrentamiento con el sindicato”. Recordó que “sin productores no hay leche, ni industria, ni trabajo” y reclamó “condiciones justas para trabajar en paz”.

Los altos costos impositivos, el bajo tipo de cambio, el aumento de la morosidad y de la relación de créditos vencidos respecto a los vigentes (“la más alta en 10 años”) también fueron manejado por el presidente de ARU.

En cuanto a políticas sectoriales, el principal de la gremial del campo reclamó que no se deje de vacunar contra la aftosa y dijo que la exportación de ganado en pie “es la herramienta más importante para promover el desarrollo de la ganadería” y que ese no es el problema de la industria, sino que las dificultades están en los altos costos.

“El déficit fiscal es la madre del borrego que afecta a todos”, aseguró Zerbino, y reclamó equilibrio fiscal mediante el aumento de la producción. “El Estado debe invertir, porque la producción se lo devuelve”, aseguró. Recordó que el gasto público aumentó de 25% a 31% del PBI, a pesar de que en ese mismo período el PBI aumentó 71%. “Es imperativo reducir el gasto público, ya que no se ahorró cuando el viento era de cola”, dijo Zerbino, en una de las frases más aplaudidas de la jornada.

En base a ello reclamó “recomponer la competitividad”, ya que “tenemos un país caro con fundamentos de país barato”.

Tardáguila Agromercados.