Daniel Musi, integrante del Foro de Genética Bovina, resalta la importancia de la genética en los engordes a corral, y que la eficiencia de conversión se convierte en un factor fundamental para la producción bovina.

La adopción de las nuevas tecnologías de producción por parte de los ganaderos demanda su tiempo hasta ver los resultados.

Daniel Musi, habló sobre la productividad y la mejora, y aseguró que “la genética en la producción de carne es uno de los recursos más interesantes e importantes que hace al sistema de producción”.

En esta línea, Musi explicó que “es un recurso que no ha sido totalmente explotado en nuestro sistema, a pesar del trabajo extraordinario que se ha hecho en las cabañas argentinas, ese mejoramiento todavía no ha llegado al sistema productivo de base, a los productores comerciales”.

Por caso, Musi remarcó que “la gran mayoría de los toros que se utilizan en el reemplazo de todos los años no provienen de rodeos que podemos denominar con una genética formada, y las ganancias de peso que existen entre animales justifica el seguir analizando el tema de la genética para aumentar la producción”.

Con respecto a las tecnologías más utilizadas y aplicadas en nuestro país, Musi declaró que “la inseminación artificial sigue siendo la herramienta tecnológica más antigua usada en la ganadería y la más barata, con resultados probados. Hoy por hoy, en la ganadería de bovinos para carne, la inseminación a tiempo fijo ha posibilitado ampliar el horizonte. La diferencia es que para poder hacer inseminación a tiempo fijo en general se hace en vaquillonas, que requieren bajos pesos al nacer, por estar estos asociados, para evitar todos los dolores de cabeza que provocan estos problemas de parto”.

Y continuó: “Ahora en esta circunstancia es doblemente importante ocuparse de la genética, es fundamental analizar con mucho cuidado las DEP’s de los toros que se utilizan en esa inseminación a tiempo fijo, debido que, para iguales pesos al nacer de algunos toros, podemos encontrar diferencias de 10, 15 y hasta 20 kilos, según la raza de pesos al destete”.

En este contexto, y con esas diferencias de peso al nacer, subrayó que “por lo cual no es necesario sacrificar el peso al destete, eligiendo toros que transmitan bajos pesos al nacer, y que en ese sentido va a quedar todavía mucho más ejemplificado y magnificado las diferencias en el feedlot para tener una ganancia de peso más rápida”.

Por AGRO empresario