Exportaciones argentinas: salto extraordinario en octubre y noviembre
20 de diciembre de 2018Novillo Mercosur: pocos cambios en las cotizaciones regionales
28 de diciembre de 2018Cada vez que se acercan estas fechas, solemos reflexionar, hacer balance del año, en
la memoria retenemos acciones y omisiones, encuentros y desencuentros, pero al final
nos encuentra a todos un poco más experientes, con la firme esperanza de renovar
certezas, sentido capital del diálogo efectuado con responsabilidad
Es por esto que el Consejo Directivo de Federación Rural en su última reunión del año,
entendió necesario hacer pública sus reflexiones sobre la situación general del sector
agropecuario, tomando en cuenta las manifestaciones de diferentes actores del Poder
Ejecutivo.
Es importante reconocer la pésima cosecha de los cultivos de verano del año 2018, esto
hizo que hoy estemos viviendo una situación de angustia sobre las contingencias de los
cultivos de invierno y la siembra de los cultivos de verano, que ya viene cargado de
deudas vencidas. La seca también afectó la ganadería y sus consecuencias se vieron y
se verán en próximas pariciones. El desafío es planificar un negocio a largo plazo para
seguir sobreviviendo y cumplir con las obligaciones con mucha anticipación, donde se
tiene certeza sobre el grueso de sus costos, pero se desconoce totalmente cuantos
serán sus ingresos. Esta es la realidad, el Poder Ejecutivo debe analizar la situación no
como simple observador, sino como socio, si la cosecha no es buena, no será sólo el
productor que se perjudica, será el Estado como recaudador primordial de los
principales productos de exportación.
Se mira el crecimiento de alguna producción como efecto positivo, pero no se toma en
cuenta que esto es por el esfuerzo que tiene que hacer el productor para seguir en el
camino, sólo la escala atenúa – en parte – los permanentes aumentos de los costos de
producción. Como consecuencia de esto a la fecha hay dos mil productores menos y los
que se retiran son los chicos y medianos.
Basta simplemente analizar el endeudamiento del sector para darse cuenta de cómo se
ha invertido para seguir produciendo, un endeudamiento que llega a los mismos niveles
de los peores momentos de la economía del país y con un aumento permanente de la
morosidad, indicador inquietante que muestra un sector que le cuesta cumplir, quedando
demostrado en la historia financiera que el sector agropecuario ha cumplido siempre
con sus obligaciones, la mayoría de las veces perdiendo capital.
Siempre hemos apoyado el diálogo como parte medular de un país republicano,
creemos en los instrumentos que el país tiene para dirimir la diferencias empresariales
y salariales, lo que no nos parece bien es que el Poder Ejecutivo -que juega de amigable
componedor- sea parcial y pierda la neutralidad, esto genera desánimo y aumenta la
confrontación.
Es necesario una rebaja de los combustibles y de la energía como quedó
suficientemente explicado en el comunicado conjunto con al demás gremiales. Los
ajustes próximos de los valores de la contribución rural tienen que contemplar este difícil
momento, el ajuste para el próximo año tendría que estar por debajo del IPC, los
impuestos ciegos son la mayor carga tributaria que soporta el sector.
La apertura comercial es una necesidad del Uruguay, somos proveedores de alimentos,
generamos alimentos para más de 26 millones de personas, exportamos el 75% de lo
que producimos, entrar a mercados importantes lo vemos como un esfuerzo
encomiable, pero nuestros competidores entran con aranceles mucho más bajos, que
tienden a cero, Uruguay paga altos aranceles, los tratados de libre comercio son
imprescindibles, en los negocios lo que importa son los intereses del país y no las
familias ideológicas.
La competitividad se genera bajando los costos, para acceder a los mercados
internacionales debemos ser competitivos en términos de precios, los precios de
nuestros productos lo fija el mercado internacional, somos tomadores de precio, si los
costos se elevan no podemos trasladarlo a nadie, simplemente se comprime nuestro
resultado, significando un duro golpe a nuestra rentabilidad, si es que queda algo
En la lechería, en la agricultura y en la ganadería sólo la escala hace más viable un
negocio, es por eso que desaparecieron 2.000 productores rurales en este año, hacen
faltas medidas contundentes para paliar la situación y que las mismas incidan
realmente en la rentabilidad, haciendo competitivo al país.
El esfuerzo para crear conciencia agropecuaria es bueno, pero debería empezar por los
actores del Gobierno, con mensajes que reconozcan la importancia del sector en la
comunidad. Cuando actores políticos alimentan la diferencias de clase, “estribando” en
una visión esquemática del campo, que pertenece más al siglo diecinueve, ignorando
que el crecimiento del Uruguay urbano se sostuvo por lo que nace de la tierra, no se
entiende lo que es generar conciencia agropecuaria.
Uruguay debe exportar cada vez más, para eso se necesita bajar los costos, con un
combustible y energía acorde a los precios de la región, con un menor gasto público,
con una educación de calidad que estimule la responsabilidad del trabajo, con una
sociedad en la que se pueda vivir seguro, donde el Estado cumpla con la tareas
esenciales, debemos retomar la esperanza de que trabajando se puede salir adelante,
la tierra nos ofrece todas las oportunidades, la mayor responsabilidad es de los
gobernantes de turno, el campo uruguayo está dispuesto a echar para adelante si se le
dan las condiciones adecuadas.
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Que tengan todos un Feliz Año 2019