Pero todo ese trabajo queda opacado, como siempre, por falta de sensibilidad y, casi que en exclusivo, el deseo de hacer daño de algunos pocos.

El fin de semana pasado Scremini constató la falta de un carnero de la cabaña La Cordillera, valuado en el entorno de unos US$ 600, si se pondera ese valor con la actual cotización de un cordero pesado faenado puesto en planta, estamos hablando de aproximadamente unos siete corderos pesados, como para poder graficar y magnificar lo que representa una pérdida de este tipo. Amén de toda la descendencia que podría haber generado el animal de pedigrí.

De acuerdo a lo que consigna la crónica del diario El País Scremini realizó la denuncia y el personal de la Policía de Cerro Largo capturó a los autores del hurto. Se trata de tres personas de 16, 26 y 27 años quienes declararon la autoría del robo luego de que se allanase una vivienda en Fraile Muerto. “Se supo que ya habían consumido parte de la carne del animal y que además eran autores de hechos similares en la zona”, agrega la crónica del matutino.

Pero además Scremini señaló la “impotencia” que genera un hecho de este tipo porque representa “pérdidas para todo el sector” y aclaró “no tanto por la parte económica sino por la parte psicológica que afecta al productor”. Según explicó a El País, en la zona de Fraile Muerto hay productores que tenían 50 ovejas y ahora les quedan apenas dos, porque “se han robado todo”, dijo. Lo que a su vez, confirma el desestímulo y la consecuencia latente en la caída del stock ovino que se confirma año a año.

Tardáguila Agromercados.