Urgal explicó que el descuento del precio uruguayo respecto del argentino es algo que se da en el rump & loin y en el bife ancho Hilton, pero no sucede en el caso de la cuota 481, que no solo se exporta en volúmenes muy superiores que en el caso argentino, sino que además se comercializa a un mejor precio. El industrial, entonces, se preguntó por qué la Hilton vale menos, y dijo que es muy probable que tenga que ver con el producto. «Los uruguayos, muchas veces, con el cometido de honrar los compromisos, podemos destruir valor», expresó. Dijo que con ser un aficionado en el consumo de carnes se puede advertir que la carne Argentina, incluso dentro de la cuota Hilton, «es con terminación a corral», y Uruguay no puede incluir carne de animales terminados a corral dentro de ese cupo arancelario, «a pesar que los clientes han manifestado de forma clara que les gustaría que así sea». Explicó que si se estudia cómo ha evolucionado el descuento del Hilton uruguayo respecto del argentino, se advierte que en los momentos en que la diferencia ha sido más chica, o incluso nula, fue cuando el sistema de corral uruguayo estaba todavía más inmaduro que en la actualidad, y alguna de esa carne estaba aplicando dentro de ese contingente que permitía que, en términos de calidad, se equiparaba al producto argentino.
Uruguay en los últimos años ha evolucionado exponencialmente posicionándose «como un origen confiable y creíble» en el mercado de la carne vacuna. Sin embargo, el industrial recordó las diferencias en las condiciones de acceso del producto uruguayo respecto al de algunos de sus competidores, caso de Australia. Dijo que de las exportaciones totales de carne vacuna uruguaya, 11% se comercializa dentro de cuotas con acceso diferencial. En el caso de Australia, esa proporción se eleva a 75%. Es allí donde le queda mucho trabajo por hacer a Uruguay, como país, para mejorar los números sectoriales. Porque, recalcó, los números demuestran que «cuando sube el precio de la carne, sube el del ganado».

TARDAGUILA AGROMERCADOS