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23 de febrero de 2017Decepcionados por los escasos beneficios del cupo, los exportadores de carne estadounidenses buscan restablecer los sobrearanceles a otros productos europeos, algo que perjudicaría a los importadores de su propio país y pondría en peligro la continuidad de la 481. Por Miguel Gorelik.
Como adelantáramos en nuestro último boletín de 2016, la semana pasada se llevaron a cabo dos audiencias públicas convocadas por la Oficina del Representante Comercial de los EE.UU. (USTR, por su sigla en inglés) para conocer la opinión de los sectores interesados acerca de la propuesta de volver a implantar aranceles diferenciales sobre productos europeos. El motivo de este cambio es la decepción por el funcionamiento de la cuota 481, ventana de acceso a la Unión Europea (UE) de carne de animales de feedlot sin ningún arancel.
De qué se trata
Muy brevemente, esta cuota se creó para zanjar la diferencia de muchos años entre la UE y los Estados Unidos, a causa de la prohibición europea para importar carne de animales tratados con hormonas y la aplicación estadounidense de sobrearanceles, autorizados por un panel de la OMC, sobre diferentes productos europeos, por un monto de hasta USD 100 millones.
A casi ocho años de la vigencia de esta cuota, EE.UU. sostiene estar defraudado por el desempeño de la misma, hoy de 45 mil ton. En ese sentido, el cupo fue creado para su beneficio pero lo usufructúan sólo en una tercera parte, mientras que Australia y Uruguay lo aprovechan en una forma similar y Canadá y la Argentina, en menor medida.
En las audiencias de la semana anterior, salió a la luz la posición agresiva del sector de la carne, especialmente de los exportadores, que no temen ir a una guerra comercial con la UE al propiciar el restablecimiento de los aranceles adicionales sobre otros productos.
Del otro lado, sectores que importan bienes europeos, en actividades tan diversas como alimentos y motocicletas, defendieron el status quo para proteger su situación y evitar aumentos en los costos derivados de hipotéticos mayores impuestos de importación.
En este contexto, se postergó hasta el 8 de marzo el plazo para hacer presentaciones por escrito, luego de lo que el USTR debería tomar una decisión al respecto.
En tanto, cabe destacar que candidato del presidente Donald Trump para encabezar el USTR todavía no tuvo su audiencia de confirmación con el Senado, y se considera improbable que esa dependencia tome una decisión respecto de este tema mientras no tenga un Representante en funciones.
La guerra comercial
Claramente el objetivo de los productores y exportadores de carne de EE.UU. es forzar a la UE a que acepte la carne de animales tratados con hormonas, por la dificultad de competir de otra manera. Parece un objetivo muy difícil de lograr.
En caso de que triunfe la posición más agresiva, no hay que descartar que la UE decida eliminar la cuota 481, creada sólo para calmar a su principal socio comercial. Esto va a afectar, en el corto plazo, también a terceros países, incluida la Argentina, que empezaba a tener condiciones para ampliar su participación en tan interesante negocio.
En caso de la eliminación unilateral de la cuota por parte de la UE, llevará tiempo que la OMC pueda llegar a reconocer derechos adquiridos por parte del resto de los exportadores, imponiendo a la UE la obligación de compensarlos. En esta eventual situación, la compensación podría ser restableciendo una cuota de carne equivalente o mediante cualquier otro producto.
Por Miguel Gorelik, Director de Valor Carne.