El ingeniero agrónomo Carlos Guinovart, referente de Cabaña Bayucuá, realizó un análisis profundo del año 2024, marcado por condiciones climáticas excepcionales, desafíos económicos y la promesa de nuevas oportunidades para el agro. En entrevista, Guinovart destacó los momentos clave de un año que, a pesar de las dificultades, permitió al sector agropecuario recuperar el optimismo y proyectar hacia el futuro con mejores herramientas y estrategias.

Un 2024 de contrastes climáticos
“El 2024 fue un año bastante entretenido”, comenzó reflexionando Guinovart, destacando que las condiciones climáticas fueron determinantes para la producción. Recordó cómo las lluvias comenzaron a finales de 2023, dejando un enero seco, pero con un otoño que se complicó por exceso de barro y días nublados. “Hubo muy poca producción de pasto, especialmente en el caso de los verdeos”, afirmó.

El invierno fue, sin embargo, una sorpresa bienvenida. “Fue un invierno como los de antes, con muchas heladas y bastante riguroso, lo cual ayudó en temas sanitarios. Controló problemas como la garrapata, que nosotros no tenemos, pero es un problema grande acá en el norte, y la bichera también”.

El gran cambio llegó en primavera. “Estamos cerrando el año con una primavera como yo nunca había visto en 30 años acá en el norte. Hay una alimentación más barata con tanta abundancia de pasto, lo que también levanta el espíritu del productor para seguir adelante, a pesar de otras circunstancias coyunturales que a veces afectan y no se pueden predecir”.

Impacto económico y mejores perspectivas
El primer semestre del año no fue fácil. “A partir de junio, los precios del año pasado estuvieron muy deprimidos, y eso, sumado al dólar bajó, tuvo un efecto devastador en la economía del país”, explicó. Sin embargo, el panorama comenzó a cambiar hacia fin de año. “Esta mejora en el dólar y el hecho de tener pasto permite una sensación que hacía tiempo no teníamos: la de aflojar el cuerpo y disfrutar de la actividad en lugar de sufrirla”.

La recuperación también se reflejó en la producción ganadera. “Las vacas ahora están recuperando estado. Tuvieron una producción lechera excepcional, pero determinó un retraso en el estado reproductivo. Todos nos apresuramos a poner los toros y entorar, aprovechando las posibilidades que da el forraje”.

Para el Basalto, la abundancia de pasto genera tranquilidad en el norte. “Aunque pierda calidad en verano, ya es un gran alivio. Los productores saben manejar raciones, y tener esa fibra nos da más cintura para tomar decisiones estratégicas”, agregó.

Un cambio de gobierno con expectativas moderadas
El 2024 también estuvo marcado por un cambio de gobierno que genera expectativas en el sector. Guinovart destacó la importancia de evitar cambios radicales que puedan dificultar el accionar de los productores, subrayando que “el Uruguay no da para hacer muchas locuras”.

Respecto a Fratti, próximo ministro del sector, expresó confianza: “A mí me tocó tratarlo cuando estaba en INAC. Es una persona razonable que conoce el rubro, lo cual no es poco. Tener un interlocutor que entienda la realidad del sector es clave”.

Desafíos y oportunidades para el futuro
Entre los temas urgentes para 2025, Guinovart destacó la necesidad de soluciones para el rubro ovino. “Este es un año bisagra para el rubro ovino. Hay mucha gente que está para tomar decisiones de abandonarlo, dada la situación de los productos, tanto para comercializar lana como carne. Si bien ahora están en un buen momento para este último, son esporádicos y no permiten planificar a largo plazo”.

Finalmente, subrayó el papel transformador que podría tener la inteligencia artificial en el agro. “Es un tsunami que debemos surfear o nos va a pasar por arriba. Uruguay, por su tamaño y posibilidades de experimentar, tiene una oportunidad única de desarrollar soluciones innovadoras para el sector. Pero hay que actuar ya”.

Un cierre positivo y agradecido
A pesar de los desafíos, el 2024 dejó un balance positivo para Cabaña Bayucuá. “Fue un excelente año. La demanda de toros fue excepcional, como hacía tiempo no teníamos. La relación con los amigos y clientes es lo que nos mantiene en el rumbo”, concluyó Guinovart, deseando lo mejor para el próximo año.