La zafra lanera 2022/23 está en la recta final y la incertidumbre es mayor a las certezas que ofrece el mercado. El Indicador del Mercado del Este (IME) no logra mantener la firmeza y en la última semana volvió a caer por debajo de los 8 dólares americanos.

Para el productor y exportador de lana en sucio, Djalma Puppo, la actual zafra comenzó con un movimiento muy interesante, generado por la gran expectativa en que el mercado chino se podía dinamizar con más fuerza, pero comenzó a complicarse a partir de febrero/marzo, donde los precios fueron ajustando a la baja en el mercado internacional, lo que generó prácticamente una paralización de los negocios en el mercado local.

Según Puppo, la baja de los precios no ha conformado las expectativas de venta de los productores, por lo que entiende que el mercado está a la espera de renovar la próxima zafra para generar mayor demanda y nuevos precios. Esto, a la espera de que China opere con mayor fuerza y dinamismo luego de la pandemia, así como también Europa, que hoy está disfrutando de sus vacaciones y a partir de septiembre el mercado comenzará a operar nuevamente y generar nuevos pedidos para que surja la demanda de lanas en Uruguay.

Para Puppo, no hay duda que ni bien comience la demanda internacional, los pedidos se van a generar rápidamente en nuestro país, sobre todo en lanas del sector más fino, Ideal y Merino, y con mejores resultados económicos en aquellos lotes con certificación como se ha observado en el último tiempo.

Como dato importante, según los productores, al igual que en la zafra anterior, las lanas están muy bien, con muy buena calidad, lo que podría generar un diferencial importante ya que a nivel internacional, Australia ha tenido problemas en la calidad de sus lanas, por lo representa una gran ventaja para nuestras lanas ya que somos muy competitivos a nivel de calidad para cualquier mercado, concluyó Puppo.