Esto, sumado a que el jueves el tipo de cambio adicionó un factor extra que impidió que los precios aumenten, hizo que el Indicador de Mercado del Este (IME) expresado en dólares estadounidenses pierda US$ 11 centavos, quedando así con un saldo semanal negativo, a US$ 11,23 por kilo base limpia.

No obstante, en lo que va de la zafra, con tan solo ocho semanas restantes para culminar la misma, el IME se ha valorizado 16,4 %, como muestra la gráfica, principalmente empujado por las lanas finas que en la segunda mitad de la zafra recuperaron hasta 50 % de su valor. Para tener noción de la magnitud de la suba, basta mencionar que al inicio de la zafra el IME cotizaba a US$ 9,73 por kilo base limpia.

Esta suba es algo estructural, de eso no quedan dudas, más allá de los vaivenes que el tipo de cambio pueda haber tenido. Si se observa la cotización del indicador en su moneda local se ve un comportamiento prácticamente idéntico, con una valorización de casi 16 % en lo que va de la zafra.

Esta semana, expresado en su moneda local, el IME perdió también A$ 11 centavos y cotizó a A$ 15,01 por kilo base limpia.

Ya se enfrentan las últimas semanas de actividad, la demanda comienza a resentirse y muchos compradores buscan lo mejor, tratando de no generar stocks que no puedan colocar, por lo que intentan cumplir con los pedidos específicos. Esto determina que cada semana el comportamiento de las lanas pueda ser distinto y que la tendencia, tal vez, ya se haya marcado en los meses anteriores. Se aproxima también el verano en el hemisferio norte, algo no menor.

Tardáguila Agromercados.