Esta semana en particular, el IME terminó con un saldo semanal negativo, por atribuirle algún nombre a lo sucedido, mostrando una leve corrección a la baja en relación al cierre de la semana pasada, a US$ 11,84 por kilo base limpia, US$ 4 centavos por debajo (-0,3 %).

Luego de que el miércoles las lanas de menos de 17,5 micras mostraran asombrosas subas, de más de 1 dólar australiano en algunos casos, que no pudieron ser bien capitalizadas en algunos casos por la incidencia en el tipo de cambio, el jueves el mercado registró un retroceso de las mayoría de las fibras, en las que solo las lanas de 16,5 micras lograron sostenerse, pero sin mayor incidencia en el resultado global de la zafra 2016/17.

Hay un factor estructural detrás del aumento del IME y se llama “lanas finas de menos de 19 micras”, no hay quién o qué, al menos hasta ahora, que logre contrarrestar eso.

La segunda parte de la zafra continúa siendo para el encuadre, para el recuerdo de muchos de los productores australianos y también para el de los compradores, que semana a semana vuelven a romper sus propios records, en precios y volumen.

Todo esto ha sido acompañado tanto en dólares estadounidenses como en dólares australianos.

En lo que va de la zafra, el indicador expresado en la primera moneda ha logrado remontar 23 %, al mismo tiempo las lanas de entre 18 y 16,5 micras registran aumentos de entre 52 % y 66 %, nada más que decir. Por su parte, en su moneda local el IME ha logrado capitalizarse durante la zafra 2016/17, 20 %.

Esta semana el IME en su moneda local cotizó, a A$ 15,46 por kilo base limpia y de esta manera quedó sin cambios en relación al cierre de la semana pasada, manteniéndose en niveles históricamente altos.

Tardáguila.