Como en botica: el mercado de haciendas gordas tiene de todo
16 de junio de 2017Plazarural vendió el 96% de la oferta.
16 de junio de 2017Cuando culmine junio, la ganadería uruguaya habrá facturado por ventas finales de vacunos durante el ejercicio 2016/17 unos US$ 1.950 millones, US$ 138 millones más que en 2015/16 y el mayor monto en cuatro años, desde 2012/13. Pero lo que en principio aparece como una tendencia saludable, en realidad esconde varios claroscuros que hacen que el dato llame más a la cautela que a la celebración.
El aumento de la facturación responde fundamentalmente a un importante salto en la cantidad de vacunos enviados a faena. Proyectando el dato de junio, en 2016/17 habrán ingresado a plantas frigoríficas 2,4 millones de animales, unos 250 mil más (+12%) que en el anterior, en parte por las favorables condiciones climáticas que permitieron una mayor celeridad del engorde, en parte por los atrasos de fines del ejercicio anterior (por las inundaciones de abril de 2016) y en parte por un mayor envío de vientres a faena.
Además, la producción de carne crece más que la faena debido a un consistente aumento en el peso medio de las carcasas. A pesar de una mayor proporción de vientres —que son más livianas que los novillos— el peso medio de faena aumenta 3,1% respecto al ejercicio anterior a un récord de 253 kilos. Por lo tanto, la producción de carne asciende a 609 mil toneladas en el presente ejercicio agrícola, 80 mil toneladas más que en el anterior, una diferencia de 15%.
Este aumento de los kilos producidos más que compensa la baja en el precio de los animales faenados. El valor medio por cabeza asciende a US$ 735, en baja de US$ 32 (-4,2%) respecto a los US$ 767 de 2015/16 y más de 18% por debajo del pico de 2012/13, cuando la industria llegó a pagar casi US$ 900 por animal faenado.
Al ponderar los kilos producidos por su valor se llega a una cifra final de unos US$ 1.770 millones que la industria frigorífica pagó por los vacunos faenados, un aumento de US$ 117 millones (+7,1%) respecto a los US$ 1.652 millones de 2015/16.
A lo que el sector pecuario generó por concepto de envío a frigorífico se debe agregar la exportación de ganado en pie, corriente comercial que se mantuvo tan fluida como en el ejercicio anterior y que generó en este ejercicio unos US$ 180 millones, US$ 21 millones más que en el anterior.
Al sumar las dos salidas, faena y exportación en pie, se llega a los mencionados US$ 1.950 millones, 7,6% por encima de 2015/16 y la mayor facturación desde 2012/13, cuando salieron del sistema 430 mil animales menos, pero lo hicieron a un valor medio por cabeza US$ 163 superior.
Más dólares, menos pesos
Como suele pasar al analizar datos, está el medio vaso lleno y el medio vacío. En el lleno, sobresale el hecho de que los productores ganaderos han contado con una caja más abultada en dólares en el ejercicio que está culminando. El problema es que con esos dólares cada vez se compran menos cosas.
En 2015/16 el dólar promedió $ 30,1 y en 2016/17 desciende 5% a $ 28,6. Por lo tanto, esos dólares son menos pesos. Y, además, los pesos se desvalorizan debido a la inflación. Entre ambos ejercicios el aumento del IPC habrá sido del orden de 7,7%.
Por lo tanto, en realidad el poder de compra de los productores ganaderos desciende 5% en el ejercicio 2015/16.
Por más que muchos costos directos en la producción pecuaria son en dólares y que en varios casos descendieron en esta moneda en el último año agrícola, para un productor ganadero medio el peso de la canasta básica es fundamental en su estructura de costos. La educación, la salud, las tarifas públicas, los impuestos, el combustible, el costo de vida en general, siempre sube. Y vaya si pega.
No puede extrañar a nadie que el mejor año para la ganadería fue 2015/16, cuando el dólar aumentó 21% y la inflación fue de 9,9%.
Tardáguila Agromercados.