En los 12 meses a fines de abril se habrán procesado unos 2,36 millones de vacunos en frigoríficos habilitados, casi 240 mil más que en los 12 meses inmediatos anteriores (may-15 a abr-16) y la mayor cantidad desde el año cerrado en junio de 2010, casi siete años atrás.

Tan solo tres años antes (en el cerrado en abril de 2014) se tocaba el piso de faena de los últimos años, perforando los 1,9 millones de animales. El crecimiento desde entonces ha sido sumamente acelerado hasta abril de 2015, se mantuvo luego hasta abril de 2016 y volvió a crecer de forma acelerada desde entonces.

El nivel de oferta de hacienda para faena tiene, obviamente, un claro impacto sobre los precios del mercado. Para la definición del precio no solo influye lo que pasa con la demanda (condiciones y precios del mercado internacional), sino también la disponibilidad de materia prima con que cuenta la industria. Con un abastecimiento relativamente importante, la demanda ha tenido “para elegir”, con el consecuente impacto negativo sobre los precios, que son los más bajos de la región, a pesar de que es el país que cuenta con una gama más amplia de posibilidades de comercializar el producto en el mercado internacional.

Lógicamente, también impacta en la corriente exportadora. En el primer trimestre del año Uruguay exportó 18% más carne refrigerada que en el mismo período de 2016.

La pregunta clave es qué pasará a partir de ahora. ¿Están las condiciones dadas como para que la faena continúe expandiéndose? Desde el punto de vista de las existencias vacunas, nunca fue tan alta como en la actualidad, con más de 12 millones de cabezas —a junio del año pasado— por primera vez en la historia. Además, el rodeo ha tendido a envejecerse, por lo que de estos animales, una cantidad relativamente abultada está en edad de faena. Otra variable será qué pasará con la cuota 481 y qué cantidad de animales jóvenes saldrá de los corrales de engorde.

Es factible que la oferta comience a amesetarse hacia el segundo semestre del año aunque, como siempre, el impredecible clima tendrá su impacto, para un lado o para el otro. De todas maneras, por el momento las condiciones están dadas como para que el nivel de actividad de la industria se mantenga en niveles relativamente altos, más allá de que parece probable que el pico de faena anual se alcance alrededor de mediados de año (unos 2,4 millones de vacunos) y luego muestre una gradual caída.