Montes indicó que la principal idea de las reuniones es lograr una integración entre los distintos componentes de la cadena para profesionalizar el proceso, y en caso de que haya algún problema que impida la exportación, poder detectar en que parte se falló y solucionar el mismo.  “Uruguay no ha tenido problemas en 15 años de exportación, esto permite anticiparnos y dar un salto de calidad”, indicó Montes. En el anexo del protocolo se encuentran los dos hongos y 10 malezas cuarentenarias de preocupación para China.

Con respecto al sector productivo, Montes dijo que actualmente se está haciendo “especial hincapié en las buenas prácticas de cosecha, dada la cercanía con el fin del desarrollo fisiológico de la soja”. Un ejemplo de ello es tener en cuenta los bordes, por una posible invasión de malezas —sorgo alepo principalmente—, los cuales se recomienda cosechar al inicio o final de la labor para no mezclar los granos infectados de los limpios, y que el productor no se vea afectado con el costo de la limpieza.

Consultado sobre si cumplir con las exigencias trae consigo una mejora en el precio, Montes fue tajante: “esto es un protocolo, hay que cumplirlo para poder vender, no trae consigo una mejora de precios”. Pero sí reconoció que “nos permite posicionarnos frente a China como un país serio y seguro, afianzando la relación existente entre los países”. Y en comparación con Brasil y Argentina, que producen en el entorno de 100 y 50 millones de toneladas respectivamente, “nosotros que producimos 3 millones podemos lograr el sello de calidad que nos permita lograr una cierta preferencia, ya que en cantidad no podemos acercarnos a esas potencias”.

Montes remarcó la idea de que el acuerdo firmado es en el corto plazo un simple protocolo fitosanitario para la exportación, pero a mediano y largo plazo permitirá a Uruguay lograr calidad e inocuidad, que dé seguridad a los países que quieran importar la producción uruguaya y de esa manera lograr acceso a nuevos mercados. “El mercado va en ese camino, nosotros tratamos de anticiparnos a las nuevas demandas del mismo”, cerró Montes.

El mensaje parece ser claro: no involucrar a los productores en costos más allá de las buenas prácticas de manejo, y tratar de consolidar la imagen de Uruguay como un confiable productor de alimentos de calidad.

Tardáguila Agromercados.