Durante dos meses el portal a dónde se elevan las observaciones recibió 11.500 comentarios. De ellos se destaca un fuerte lobby de usuarios relaciones a industrias que nada tienen que ver con el sector agropecuario. Como la particularidad del rubro de motocicletas, que sí se vería afectado en caso de que EEUU decida imponer sanciones arancelarias a la UE.

Entre otros ítems también se expidieron representantes de la industria importadora de alimentos y textiles, en contra de que se imponga un incremento de aranceles a la UE pero con la salvedad de que solo se detuvieron en los productos relacionados a sus industrias. Una de estas fue un importador de roquefort que incluso pidió que se liberen las cuotas de importación y se bajen los aranceles; además hubo otros como la industria textil y la empresa Herbalife.

Dentro de los argumentos a favor de que se impongan sanciones arancelarias a la UE se destaca una carta firmada por los representantes de la Asociación Nacional de Ganado de Carne, el Instituto Norteamericano de la Carne y la Federación de Exportadores de Carne.

Todos ellos argumentaron que el sector ganadero estadounidense se beneficiaría con medidas de este tipo. “Entendemos que esta medida será efectiva para alcanzar objetivos que mejoren la economía estadounidense así como la posición de los consumidores”, expresaron en un su alegato. También señalaron que se podrían tomar medidas y acciones contra otros productos o servicios de la comunidad europea que no sean específicamente la carne. Con esto esperan “que la industria cárnica estadounidense recupere las compensaciones y el acceso al mercado europeo para la carne vacuna”, agregaron de forma amenazante.

A partir de ahora quedan dos instancias más, una el 15 de febrero en la que se desarrollará una audiencia pública para determinar qué acciones tomar y otra el 22 de febrero en la que se comunicarán las acciones en caso de no recibir ningún comentario nuevo.

Hay tres grandes posibilidades, que se cuantifique la participación estadounidense, asegurándole un volumen al menos mínimo que complazca a dicho país, que se haga caso omiso a los reclamos asumiendo por parte de la UE un importante incremento de los impuestos que pagan sus productos para ingresar a EEUU, o que caiga definitivamente la cuota.

Fuentes del sector confirmaron a Tardáguila Agromercados que Uruguay ya está trabajando en buscar alternativas en el caso de que la cuota 481 caiga. “En caso de que la decisión sea que deje de existir aún hay seis meses para enviar carne porque la decisión comienza a regir en el siguiente período, pero además se puede solicitar a la UE una compensación como en su momento lo hizo EEUU, o empezar a trabajar mercados como China y Rusia en donde ya hay experiencias de comercialización de carne de este tipo”, dijeron.

Tardáguila agromercados.