El cierre del año deja un balance mixto para el sector agropecuario uruguayo, según Diego Otegui, director de Cabaña La Magdalena. En diálogo con Otegui destacó los logros y desafíos del 2024, al mismo tiempo que compartió su perspectiva sobre lo que puede esperarse de 2025.

Un año de recuperación gradual en la ganadería
Otegui describió al 2024 como un año que fue “de menos a más” en términos de ganadería, destacando avances tanto en lo productivo como en la producción forrajera. “Estamos terminando con una producción forrajera que hace muchos años no se veía, lo cual es muy bueno porque permite producir kilos baratos”, señaló.

Fortalecimiento del dólar y alivio en los costos
Uno de los puntos destacados fue el fortalecimiento del dólar, una demanda histórica del sistema agroexportador. “Veníamos con años de un dólar muy relegado, y ahora estamos viendo un fortalecimiento bastante bueno”, afirmó. Según Otegui, esta mejora es crucial, ya que los costos de producción “se estaban tornando cada vez más pesados”, dificultando la sostenibilidad del negocio agropecuario.

El arroz: un sector resiliente
En cuanto a la agricultura, si bien algunos sectores enfrentaron complicaciones, Otegui resaltó el desempeño del arroz como uno de los puntos positivos del año. “Fue una de las pocas cosas que realmente se mantuvo. Con la zafra pasada, capaz que con récord de precios y muy buena producción, cuando enganchas las dos puntas, es el combo completo”, explicó.

A pesar de este éxito, subrayó que el clima sigue siendo un factor determinante para el sector, afectando tanto a la agricultura como a la ganadería. “La agricultura es más violenta por la inversión que uno hace en pocos meses”, expresó, haciendo referencia a los riesgos asociados a las grandes inversiones en cultivos.

Aranceles: una deuda pendiente
Al reflexionar sobre los desafíos estructurales del sector, Otegui destacó que Uruguay sigue enfrentando restricciones competitivas debido a los altos aranceles.

“Estamos dejando en el camino mucho dinero, y eso competitivamente nos complica frente a otros mercados que entran con mucho más facilidad y menos costo”, aseguró.

En este sentido, hizo un llamado a la nueva cancillería para priorizar las negociaciones internacionales que permitan mejorar la posición del país en los mercados globales. “Sería una cantidad de divisas que podrían estar quedando hoy en la cadena nuestra”, agregó.

Expectativas para 2025
Mirando hacia el futuro, Otegui se mostró cautelosamente optimista. Aunque considera difícil que se produzcan grandes cambios en el corto plazo, confía en que las decisiones del nuevo gobierno sean favorables al sector productivo.

“En el Ministerio de Economía, el ministro designado conoce la realidad privada. Hay que esperar que no haya grandes modificaciones para mal, así que todo lo que venga sea para bien”, comentó.

Asimismo, destacó que las expectativas para la carne son positivas, mientras que los precios de algunos productos agrícolas, que calificó como “bastante ajustaditos”, necesitan un cambio favorable. “Ojalá que venga un cambio lo más pronto posible para el gobierno”, expresó.

Un balance entre luces y sombras
Finalmente, Diego Otegui cerró la entrevista con un análisis equilibrado, el 2024 fue un año de avances importantes en algunos sectores, pero también dejó desafíos que requieren atención inmediata, como la competitividad en los mercados internacionales y la necesidad de políticas públicas que promuevan la sostenibilidad del sector.

Confiado en la capacidad del agro uruguayo para seguir avanzando, expresó su deseo de que las medidas del próximo gobierno estén alineadas con el bienestar del país. “Esperemos que todo lo que se haga sea para bien del Uruguay, que es lo único que uno puede pensar y desear”, concluyó.