En entrevista con el empresario ganadero Guillermo Caballero Vargas cargó duro contra el “oligopolio” de la industria frigorífica paraguaya, aunque espera cambios a futuro. Dijo que la seguridad jurídica es hoy el gran debe para obtener el grado inversor y fue crítico con la política de inserción internacional por darle la espalda a China.
Caballero fue fundador del Partido Encuentro Nacional en 1991 y candidato a presidente en 1993 obteniendo 23% de los votos; también fue directivo de la Asociación Rural de Paraguay. Es presidente de Manufacturas Pilar, una de las empresas textiles líderes en su rubro.

¿Cómo define el momento de la ganadería paraguaya? Luego de las subas, los precios de la hacienda han mostrado una marcada corrección bajista en los últimos días.
La estoy viendo con cierta dosis de incertidumbre. Por momentos, pareciera que el mercado volviera a su libre juego de la oferta y la demanda, pero cuando ya creíamos que estábamos bien encaminados en estos últimos días nos encontramos con una caída importante de los precios. Lo que nos llama la atención en este juego es que los precios son los mismos para todos los frigoríficos. Es como que se tratara de estaciones de servicio que tienen precios fijados. Me llama mucho la atención porque en mi actividad privada nunca logré establecer un oligopolio para fijar precios con mis competidores, pero es lo que tenemos y habrá que adecuarse a esta nueva realidad hasta que aparezcan nuevos jugadores en la cancha y esto se regularice.

“Lo que nos llama la atención en este juego es que los precios son los mismos para todos los frigoríficos”

Precisamente, en los últimos meses hubo anuncios de nuevas inversiones o intensiones en otros casos como la que mostró la multinacional brasileña Marfrig. Hoy la faena está concentrada en dos jugadores (Athena Foods y Concepción). ¿Es optimista en que eso pueda revertirse a corto plazo?

En los próximos años vamos a tener por lo menos dos nuevos jugadores en la cancha. Eso de alguna manera va a hacer que se agilice la comercialización de ganado. De todos modos, aun con la faena en manos de dos grandes grupos como ocurre hoy, me llama mucho la atención la diciplina en cuanto a los precios que aplican el resto de las plantas frigoríficas medianas y pequeñas. Esto en términos de libre mercado es insólito. Pareciera que los frigoríficos han encontrado una manera de diciplinar a todo el conjunto. Entonces, es muy difícil conseguir diferencias de precios importantes entre uno y otro, quizás 1 o 3 centavos en el mejor de los casos. Ahora, en forma súbita, los precios cayeron entre 20 y 25 centavos de una manera uniforme. Estas son las cosas que irritan porque deja la impresión de que hay un juego poco equitativo en el mercado donde los oferentes no tenemos opinión y donde la demanda está muy diciplinada.
Espero que el próximo año esto comience a cambiar.

“La seguridad jurídica paraguaya no termina aún de convencer a los evaluadores internacionales”

¿Cómo está viendo el clima de negocios para el arribo de inversiones a Paraguay? El grado inversor parece estar más cerca pero todavía no llega.
En el tema del grado inversor, hay parámetros económicos como la inflación absolutamente controlada. Por otro lado, el déficit fiscal también ha estado relativamente controlado salvo este año por los efectos de la pandemia que rondará el 5,5%-6% del PIB; para 2021 se está proyectando un 4% y dentro de dos o tres años vamos a volver a la tónica de los últimos 12 años con un déficit entre 2% y 3% anual. Es decir, los indicadores de Paraguay no pueden ser mejores y merecería el grado inversor y una mayor confianza de los mercados.

Sin embargo, lo que no termina de cerrar en el caso de Paraguay —que diría es algo similar en Argentina o Brasil— es la seguridad jurídica. La seguridad jurídica paraguaya no termina aún de convencer a los evaluadores internacionales y eso hace que hoy no nos estén otorgando el grado inversor.

De todos modos, el sector privado, nacional e internacional, creo que está pasando por encima de esa inseguridad y hay una fuerte afluencia de pequeñas, medianas y hasta grandes inversiones. Hay una que va a ser muy grande, comienza en 2021 y terminará en tres años, que es la nueva papelera con una inversión de más de US$ 3.000 millones. Por otro lado, hay una inversión que se está iniciando ahora de una planta que procesará un biodiésel especial que no es para nada contaminante que demandará una inversión de US$ 800 millones, por citar algunos de los ejemplos más conocidos por su tamaño, pero hay otros más pequeños.

“Es absurda una estrategia de inserción internacional de un país que ignore China; es suicida”.

En el último tiempo el sector privado y las gremiales del agro vienen insistiendo en acercarse a China, hoy el motor de la demanda cárnica a nivel mundial. Sin embargo, el gobierno parece no mostrar señales de acercamiento. ¿Cómo ve ese tema?
Lo que está ocurriendo en relación con China es casi pornográfico. No tiene ninguna explicación, excepto el de viejos arreglos que tenemos con el gobierno de Taiwán que por uno u otro motivo el gobierno paraguayo no está dispuesto a renunciar. No tengo nada en contra de Taiwán porque ha trabajado bien con Paraguay, pero el mundo va cambiando. Hace 30, 40 o 50 años, cuando Paraguay hizo la defensa de Taiwán en Naciones Unidas y en cuanto foro internacional había, la realidad económica del mundo era absolutamente diferente con una economía china que era de tercer mundo.

Sin embargo, hoy se ha convertido no solo en primer mundo, sino que está a punto de ser la primera potencia económica mundial. Por eso es hora de que Paraguay revise su política. No podemos alejarnos de la mitad del comercio mundial que representa China.

Es absolutamente absurdo una estrategia de inserción internacional de un país que ignore China; es suicida. Esto no se trata solamente de la carne vacuna, sino de toda la política comercial-diplomática de Paraguay. Es hora de que reveamos, porque después de 40 o 50 años el mundo ha cambiado por completo. Habrá que tomar nota y actuar en consecuencia.

“No podemos alejarnos de la mitad del comercio mundial que representa China”

El tema siempre surge cuando hay recambio de autoridades en las principales gremiales o cámaras en Paraguay. ¿Están dadas las condiciones para avanzar con un Instituto Paraguayo de la Carne?
Creo que en la medida que no haya una buena relación del sector productivo con el sector industrial es difícil. Se puede avanzar en un Instituto de la Carne porque no perjudica a nadie, pero no va a dar los frutos que necesitamos que dé una nueva institución. De cierto modo se crearía una pequeña burocracia institucional a las muchas que ya tenemos.

En el momento que veamos que podamos sentarnos los productores y la industria a ver intereses para la comercialización de carne paraguaya en el exterior, en ese caso no me cabe la menor duda que una institución como la que se propone pueda ser altamente beneficiosa.
Por Everdem Ganadero.