Días pasados una jauría de perros atacó brutalmente a la majada Merino del productor de Hermes Morales, de la zona de Zanja Honda en el departamento de Salto. En el acto fueron muertos diez borregos y otros siete quedaron mordidos, mueriendo luego cuatro de ellos.

No es la primera vez que ocurre y no es algo fácil de controlar lamentó el productor en dialogo con Actualidad Agropecuaria. «No vimos los perros, no sabemos de dónde son», agregó.

Si bien no especificó cada cuánto, indicó que «cada tantos» meses sufre estos ataques y siempre le causan pérdidas importantes. Mencionó que hace algunos años les mataron cuarenta ovejas. «Son jaurías que se arman que no son perros de la calle, sino que tienen dueño y que están mal cuidados y mal vigilados y arman estos destrozos».

Morales indicó que nunca pudo identificar ningún dueño, pero, teniendo en cuenta que los hechos se dan en otros establecimientos, ha escuchado que los vecinos han encontrado algunos perros y han tenido la suerte de matarlos, aunque «queda por eso y no se han identificado los dueños de los perros».

El productor indicó que eran animales Merino Australiano cruza Merino Dohne, nacidos el año pasado que habían quedado con lana, y eran animales bastante grandes.

Agregó que los lanares no sólo aportan ingresos razonables de lana y carne, sino que colaboran para mantener relativamente limpios los campos de espinillos, molles, chircas, etc. y eso en algunos lugares eso es apreciado.

«Es un rubro interesante que tiene sus cualidades pero tiene estas dificultades también».

Respecto al costo de la pérdida, estimó unos 70 dólares por animal, por lo cual suma más de mil dólares.

Comentó que hizo la denuncia, la policía constató el hecho y harán las gestiones que están dentro de sus posibilidades. Pero lamentó que los dueños esconden a los animales que provocan estos daños, los protegen y salvo que los agarren haciendo destrozos, no pueden hacer nada.

«Supongo que llegaron sucios de sangre a la casa y lo dueños los controlaron porque pensarían que los perjudicados vamos a tomar medidas».

«Es una situación muy difícil, durante años no tuve lanares por este problema, pero es un rubro que funciona relativamente bien y lo preciso para que mantenga el campo medianamente limpio ya que se ensucian bastante de espinillos, molles y chircas y tengo que pagar ese costo».

Agregó que la forma es esa y no hay otra alternativa, hay que lograr que cada perro tenga una persona que sea responsable de él.

«Parece que para las protectoras de animales los ovinos no son animales que sufren cuando los matan, los destrozan de esa manera, nos gustaría ver que las protectoras se preocuparan también de la suerte de los ovinos».