La UE prepara negociación con EE.UU, incluyendo la Cuota 481
27 de abril de 2018El USDA mejora su pronóstico para el comercio mundial en 2018
27 de abril de 2018Con la consolidación de las compras de China y la expansión de la economía global, el comercio de carne creció un 4% en 2017 y hoy sigue pujante. Las asignaturas pendientes.
En medio de un contexto climático adverso, el dinamismo del mercado mundial brinda una mirada positiva para la cadena cárnica local. El dato más alentador, es que tras la caída del comercio iniciada en 2014, los números al cierre de 2017 muestran una plena recuperación, con un crecimiento del 4% en relación al año previo.
La mejora se refleja en el comportamiento de seis de los principales países exportadores (India, Brasil, Australia, Estados Unidos, Uruguay y Paraguay) que representan el 80% de las ventas mundiales de carne vacuna y que, aunque con distinta intensidad, muestran un desempeño positivo.
El grupo viene creciendo bastante parejo. En los últimos seis meses, Brasil se destaca por un incremento interanual de 30%; los demás mejoraron entre 5 y 9%, salvo Uruguay que lo hizo en un 2%. El promedio ponderado de estos países arroja una suba del 12% en la misma comparación.
Este escenario se apoya en la consolidación de las compras de China y Rusia, y el fortalecimiento de la economía de países ricos, como Japón y Corea, además de la expansión de la demanda en otros mercados no tradicionales, que también favorece la integración del negocio de la industria frigorífica.
La mayor duda es si este escenario positivo puede mantenerse en el tiempo. Cabe recordar que entre 2014 y 2015 se registró una crisis internacional que provocó el reacomodamiento del tipo de cambio de las principales monedas del mundo con un impacto muy fuerte sobre las materias primas, encabezadas por el petróleo, cuyo valor se redujo a la cuarta parte en el período.
En el caso de la carne, una de las consecuencias directas fue la drástica reducción de las compras de países petroleros, muy afectados en su economía, como Irán, Egipto y, fundamentalmente Rusia, otrora uno de los principales importadores del mundo. Sin embargo, la caída en los precios internacionales de la carne fue mucho más leve que la de otras materias primas.
En lo inmediato, la principal amenaza está dada por la disputa comercial que están amagando Estados Unidos y China. La semana pasada, el país asiático informó que subirá los aranceles a la importación de más de una centena de productos norteamericanos, entre ellos la carne vacuna. Sin embargo, un aliciente es que menos del 1% de estas exportaciones se dirigen a China, por lo que la medida, de concretarse, no tendría un impacto directo sobre el comercio internacional de carnes vacunas.
Desde luego, una disputa entre las dos principales potencias económicas del mundo, podría tener consecuencias sobre el conjunto de la economía y el comercio global, cuya dimensión aún es difícil estimar.
Por Miguel Gorelik.